Nuestra primera visita fue anoche y fue una delicia absoluta. Nos recibieron y atendieron April y Emma, ambos muy amable y servicial.
Teníamos el brie frito, el tortellini relleno y el pollo Jujeh, todos llenos de sabor y perfectamente presentados.
Esta pequeña joya es una visita obligada y será uno de nuestros refugios habituales a partir de ahora. Sin duda el mejor italiano en el área del condado del norte.